Vivir en la época de Franco. Las mujeres durante el franquismo

Contenido

I. Introducción
1. El régimen franquista y su influencia sobre la vida cotidiana
2. La mujer durante el franquismo
2.1. La mujer en la España de la posguerra
2.2. Los años cincuenta hasta 1975
3. Perspectivas

II. Comentario final

III. Literatura

I. Introducción

En la historia de España la época de Franco es sin duda una de las más importantes, tanto respecto a la situación político-económica como a la vida cotidiana. Hasta hoy en día muchos españoles no han llegado a asimilar las experiencias vividas entre 1939 y 1975 e incluso los hijos de los que vivieron en aquella época, los que no sufrieron lo que sus padres o sus abuelos tuvieron que sufrir, están marcados por las huellas que dejó el régimen. Y esas huellas son precisamente las que caracterizan la vida acutal en España porque con la imposición de la democracia en 1975 cambiaron la política, la economía y las condiciones de vida en España, es decir los factores externos. Pero los valores y las actitudes ante ciertas temáticas, las costumbres y la moral, factores que también se inculcan inconscientemente, en partes todavía están en la mente de los españoles. Paso a paso España se ha democratizado también en cuanto a la opinión y la conciencia de la gente pero es un proceso muy lento.

Pero el objetivo de este trabajo no es dar otro repaso histórico explicando la época de Franco con todo detalle. Las siguientes explicaciones sí se ocupan de los años 1939 hasta 1975 y del régimen franquista pero con el propósito de examinar un aspecto particular. Sin duda no habrá que prescindir de contemplar los fondos pero la mayor parte intenta explicar una determinada temática dentro del tema amplio y complejo del régimen de Franco.

Una vez hecha esta delimitación se ofrecen numerosos aspectos interesantes como por ejemplo la represión, el trabajo, la moral, los medios de comunicación, la iglesia, el movimiento estudiantil y varias más. Sobre cada una de estas temáticas se podría escribir un trabajo particular. Este trabajo se ocupará de un tema que hasta hoy siempre ha sido interesante por la emanzipación, el desarrollo y su importancia para la vida cotidiana: el de la mujer y de sus condiciones de vida, su función, sus obligaciones, sus derechos y su imágen en el público. El objetivo es describir la situación de las mujeres en el franquismo e intentar exponer causas y consecuencias de estas condiciones bajo las que el género femenino vivía durante 36 años.

1. El régimen franquista y su influencia sobre la vida cotidiana

En los años desde 1939 hasta 1975 España fue gobernado por una persona que se consideraba a sí misma como equivalente con el héroe nacional El Cid, los Reyes Católicos, con Carlo V. y Felipe II.^[1] Francisco Franco ya había preparado su toma de poder durante la Guerra Civil Española. Al final de esa guerra en 1939 instaló un gobierno que más bien se puede denominar dictadura. Los años siguientes España vivía bajo un régimen autoritario que duró más que otras dictaduras en otros países europeos y que cambió la historia significativamente. La política del general estuvo caracterizada tanto por represión, depuración, censura, crisis econonómicas y sociales, huelgas y la reorganización del terrorismo como también por la posterior apertura internacional, el auge y la industrialización. Las columnas centrales del régimen franquista formaron el partido nacional-sindicalista Falange, la Iglesia y el ejército. Pero sobre todo fue la persona de Franco, el Caudillo, que marcó el gobierno y la política en aquella época.

La influencia de la política franquista sobre la vida cotidiana de los españoles fue enorme. Después de la guerra el pueblo estuvo dominado por el miedo y el hambre. Las familias de los que habían estado con la República y habían muerto o ido al exilio se tuvieron que esconder durante años en sus casas por el miedo a los falangistas. Se desquiciaron muchas familias, se deportaron a personas de unas provincias a otras y los recelos por el retorno de antiguos huidos eran tan normal como el pasar hambre o sufrir enfermdades graves. En estos años de posguerra la mortalidad infantil creció hasta niveles que había que calificar de tercermundistas mientras la natalidad bajó. Mucha gente se suicidó y se instalaron las leyes represivas del infanticidio y del aborto. Otras consecuencias de la miseria fueron el aumento de la prostitución, de la delincuencia creciente y de la mendicidad. Pero con el tiempo surgió la resistencia de los españoles al régimen y su política de represión.

En cuanto a la moral pública y privada la vida de los españoles dependía de unos preceptos morales y hasta las costumbres de los españoles el régimen franquista dejó sus huellas. Pero las imposiciones de la moral pública provocaron al mismo tiempo un relajamiento de la moral privada. La censura oficial influyó en la vida desde la prensa diaria hasta la vestimenta o los modos de comportamiento más íntimos.^[2] Vigilaron el comportamiento de las parejas en los lugares públicos, en los espectáculos, en el cine y en las playas, siempre dispuesto a detener a la gente por haber rebasado el límite de lo permitido. En las escuelas se educaba a los niños mediante el castigo corporal, obsesionado de preservarles a ellos del pecado. Fue prohibida la coeducación y la Iglesia y el estado no prescindieron tampoco de influir en el cine, el teatro, el arte, la literatura y la moda, cosas que constituyen la vida cotidiana^[3]. A consecuencia de esto la gente tomó medidas para hacer la vida más agradable, engañándole al gobierno. El estraperlo floreció. Aparecieron nuevas formas delictivas, se falsificaron papeles y el tráfico de influencias llegó a ser muy importante. Los intentos del gobierno de acabar con ese problema no tuvieron éxito. Los que más aprovecharon del estraperlo fueron los estraperlistas pero este desarrollo muestra que el pueblo español no se conformó con la política del estado y las consecuencias para las condiciones de vida sino que inventó sus propias medidas para sacar lo mejor de la situación. No fue solamente el estraperlo que demostraba una resistencia del pueblo sino también hubo otras maneras de manifestar su descontento referente al régimen. Así lo exponen Gracia García y Ruiz Carnicer, mencionando la elipsis como elemento fundamental en la comunicación, el rechazo que se proyectaba en chistes, pintadas en los servicios de cafés y edificios públicos, la resistencia cultural que trabajaba en el seno de las universidades, institutos de enseñanza media e iniciativas culturales de todo tipo y otras más^[4].

Sin duda, para aclararlo con énfasis, lo que está expuesto hasta aquí no se puede considerar como una ocupación detallada y absoluta con los temas del franquismo y la sociedad. Para cumplir con esta tarea habría que escribir hasta un libro sobre cada temática. Está claro que de querer satisfacer estas exigencias este trabajo rebasaría los límites. De ahí que aquí hay que bastar con dar una impresión de lo que significaba el franquismo para la vida cotidiana para poderse limitar a continuación al tema de las mujeres.

[...]

^[1] Schmidt, 2002. p. 444.

^[2] “En la vida diaria saltaban a cada momento, desde las páginas de los periódicos las instrucciones o los alegatos que en nombre de la moral más rígida condicionaban el vivir de un pueblo”. Abella, 1996. p.106.

^[3] “De las costumbres, de las formas de estar en las playas, del cine y del teatro, la vigilancia sobre la moral pública se extendió a la publicidad, a cualquier tipo de ilustración.” Íbidem. p. 117.

^[4] Gracia García/Ruiz Carnicer, 2001. pp.60/61.