Ética: capitalismo y el desarrollo de la tecnología


Ensayo, 2016

4 Páginas


Extracto


Ética: capitalismo y el desarrollo de la tecnología

El presente ensayo pretende analizar el papel de la ética ante el desarrollo creciente de las tecnologías de información. Además se analizará el papel del capitalismo en el impacto que ha tenido este avance en el planeta y en el mismo ser humano.

La tecnología ha estado en constante desarrollo desde que el ser humano es consciente de sí mismo. Desde la piedra que usaron los ancestros para abrir frutos duros, la manipulación del fuego para fines específicos, las armas primitivas para cazar y defenderse de otros animales, hasta el desarrollo de la teoría electromagnética y las múltiples aplicaciones desarrolladas actualmente a partir de esas ideas; son todos ejemplos de la capacidad del ser humano de manipular el entorno para su beneficio.

Indudablemente todos estos avances son de suma importancia para el ser humano. No obstante, parece ser que desde la Revolución Industrial. El ser humano ha tomado una postura de “el fin justifica los medios”, en cuanto a la tecnología. Esto porque escudándose en que la sociedad debe avanzar, se desarrolla una industria agresiva cuyo fin último es el de aumentar las ganancias de las empresas y así hacer crecer la misma industria, lo que lleva a un círculo vicioso del que hasta ahora ningún país ha podido escapar.

Toda esta problemática surge de ese instinto humano de acumular, que es la base del capitalismo. Esta necesidad aparece ante el miedo de algún día no poder satisfacer las necesidades básicas. Es por esto que aquél que tiene más, inevitablemente se aprovecha de aquél que tiene menos para así lograr una sostenibilidad, esa es la piedra angular de la empresa. Como lo menciona Sibilia (2009):

Fue necesario elaborar y poner en práctica todo un complejo arsenal de técnicas minuciosas, de diversas estrategias de ortopedia social, para convertir a los seres humanos en trabajadores al servicio del capitalismo industrial. En ese sentido, el trabajo estaría lejos de constituir la “esencia del hombre”, como postularon varios filósofos de los últimos siglos, desde los voceros de la Ilustración hasta muchos de los seguidores de Marx, uno de los críticos más contundentes y sagaces del capitalismo. Para construir socialmente al productor disciplinado hubo que desplegar una complicada operación política: aprisionarlo en un determinado régimen de poder y someterlo a un conjunto de reglas y normas, en un complejo juego de relaciones capilares, micropolíticas, capaces de amarrar los cuerpos y las subjetividades al aparato de producción capitalista. (p. 27)

Según lo anterior, el capitalismo ha logrado cambiar la concepción del trabajo, que antes era visto como esclavitud y lo presenta como realización personal e incluso mandatorio para poder pertenecer a la sociedad. Además hace que el trabajador esté celosamente regulado por horarios, lugar de trabajo y demás reglas para ejercer control sobre él.

La tecnología no tiene ninguna culpa frente a los daños que ha producido la industria al planeta. Einstein no creó la bomba de hidrógeno, sino esta se creó a partir de sus descubrimientos, los cuales por otro lado han permitido, por ejemplo, el correcto funcionamiento del GPS, el cual a su vez tiene tanto aplicaciones militares, como de uso cotidiano en el transporte también. La labor del científico es formular nuevas teorías y realizar hallazgos. Lamentablemente, la industria es la que se encarga de encontrarle aplicaciones, que por desgracia deben responder a los intereses de la empresa y no necesariamente a los de la humanidad.

Las problemáticas expuestas en el enunciado, como la destrucción de la capa de ozono, el descongelamiento de los polos no son atribuibles a la ciencia, sino a las empresas que por ejemplo en décadas anteriores vendían productos aerosoles que dañaban la atmósfera y que sin embargo, eran publicitados como cualquier otro producto sin conocer realmente las repercusiones del mismo.

Pareciera ser que la necesidad de vender lleva a las empresas a sacar productos al mercado sin tener suficientes datos para determinar los efectos a largo plazo. Esto sucede claramente en el ámbito de la biotecnología, en donde se manipulan genéticamente las semillas de ciertos alimentos con el fin de mejorar ciertas características. Obviamente, los biotecnólogos realizan pruebas para evaluar la seguridad de la nueva especie, sin embargo algunos pocos meses no se comparan con los millones de años que le lleva a la naturaleza producir un ecosistema balanceado, ni tampoco es suficiente tiempo para que el ser humano se adapte a ingerirlos. Con respecto a lo anterior Buchanan (1999), se refiere a la biotecnología y expone que:

“... encontramos una industria que, a un grado sin precedentes, ha sido construida sobre promesas y la puesta en primer plano. La bioindustria ha sido forzada a colocar un énfasis indebido en las promesas y el primer plano por causa de la rapidez de la privatización de la ciencia biotecnológica. Mientras la investigación financiada públicamente puede ser llevada a cabo sin ese indebido énfasis en las promesas y el primer plano. (p. 73)

De lo anterior se extrae que esa necesidad de competencia de la empresa privada. Aunado a la obvia necesidad del científico como ser humano, de tener un trabajo que satisfaga sus necesidades, lo lleve a realizar su trabajo de una manera sesgada hacia los intereses de la empresa y no a los de la humanidad. De ahí la importancia de la reflexión ética que deben tener los profesionales en esta y en general todas las áreas de la ciencia.

Otra aplicación cuestionable de tecnología informática es el Big Data, o el análisis masivo de datos de usuario. Esta idea es aplicada bajo el pretexto de simplificar la vida de las personas, ya que según sus gustos y preferencias ayuda a predecir lo que el usuario quiere hacer. Casi como un ser omnipotente que sabe de antemano lo que alguien quiere. No quiere decir análisis masivo de datos sea algo malo, ya que por ejemplo se puede analizar miles de datos de estaciones de monitoreo sísmicas cerca de volcanes, para predecir erupciones, o el análisis de información de calidad del aire para determinar contaminantes en el ambiente.

La industria le ha hecho creer al ser humano que todas sus actividades pueden ser automatizadas, sin embargo, se ha enfocado en automatizar tareas que no son necesarias de automatizar en vez de concentrarse en otras. La automatización en la industria era al principio una herramienta de las industrias para eliminar mano de obra. Sin embargo, las empresas se han dado cuenta que la automatización es un arma de doble filo en contra de ellas mismas. Gracias al avance en este aspecto, no es difícil pensar que en pocos años todos los puestos de trabajo van a poder ser realizados por robots. Esto inevitablemente llevaría a la pérdida de empleos casi total, sin embargo, el empresario va a querer seguir teniendo sus ganancias a costa ahora de clientes que no tienen trabajo. Esto llevaría consecuentemente a la caída del capitalismo.

Es por esto que la industria no puede darse ese lujo de prescindir de la mano de obra humana, sino que cada vez necesita crear puestos de trabajo que van careciendo de sentido y son meramente simbólicos, para darle una motivación al empleado a que consuma. Por lo anterior, el enfoque de la automatización ahora se centra en el trabajador y no en su trabajo, creando una necesidad de pertenecer a ese mundo virtual que es un escape de la realidad. Pero que de hecho es otro mecanismo de control muy útil para el capitalismo. Ante esa dependencia tecnológica del ser humano moderno Sibilia (2009) comenta:

la virtualización del espacio se conjuga con un desdoblamiento de la dimensión temporal: para aludir a la simultaneidad de dos presencias que prescinden de la materialidad de la dimensión espacial se hizo necesario agregar el adjetivo real al sustantivo tiempo. El tiempo real pasó a nombrar la versión digitalizada del aquí y ahora de la tradición analógica. Es así como las redes globales de telecomunicación y sus diversos aparatos de conexión ofrecen acceso a las novedosas “experiencias virtuales”, dispensando la organicidad del cuerpo, la materialidad del espacio y la linealidad del tiempo. (p. 52)

La industria del entretenimiento se aprovecha de la necesidad de ese escape al mundo virtual, es por esto que una idea como la expuesta por la película “The Truman Show”, es una analogía acertada en el mundo moderno, donde a todos los ciudadanos, se les crea un entorno y una realidad y se les convence de que no se puede escapar de ella. El ser humano promedio vive de hecho en una burbuja y ve la realidad de su mundo como algo cierto y es influenciado por los demás a seguir el comportamiento de la mayoría, sin darse en realidad cuenta de que su vida no es necesariamente la que él quiere vivir, sino la que la sociedad espera de él.

Como conclusión y con lo expuesto anteriormente. Es posible afirmar que el avance de la ciencia siempre puede tener consecuencias positivas y negativas a la humanidad. Sin embargo, es la industria la que rige qué va a ser masivamente introducido a la población y es por esto que son los empresarios los responsables de mantener una posición ética y no dejarse llevar únicamente por los intereses de la empresa, ya que al fin y al cabo el fin último de una compañía es crear dinero, que no es más que una abstracción, algo que se inventó y no tiene en realidad sentido, es más es inexistente en realidad.

Bibliografía

Buchanan, J. (1999). Los márgenes de la responsabilidad y el imperativo de lo desconocido. En Ramírez, E. Ética, ciencia y tecnología (p. 73). Cartago: Editorial tecnológica de Costa Rica

Sibilia, P. (2009) El hombre postorgánico: cuerpo, subjetividad y tecnologías digitales. 2da ed. Buenos Aires: Fondo de la Cultura Económica. (pp. 27, 52)

Final del extracto de 4 páginas

Detalles

Título
Ética: capitalismo y el desarrollo de la tecnología
Curso
Seminario de Estudios Filosóficos e Históricos
Autor
Año
2016
Páginas
4
No. de catálogo
V345666
ISBN (Ebook)
9783668355156
Tamaño de fichero
426 KB
Idioma
Español
Citar trabajo
Allan Navarro Brenes (Autor), 2016, Ética: capitalismo y el desarrollo de la tecnología, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/345666

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