La Influencia del Darwinismo Social en los Programas de Historia en la Educación Media del Subsistema de Educación Básico Venezolano

Análisis desde la perspectiva crítica


Tesis (Bachelor), 2011

141 Páginas, Calificación: 18/20


Extracto


INDICE

CAPÍTULO I EL PROBLEMA
1.1 A MODO DE PLANTEAMIENTO
1.2 OBJETIVOS
1.2.1.. OBJETIVO GENERAL
1.2.2.. OBJETIVOS ESPECIFICOS
1.2.3.. LOS OBJETIVOS PLANTEADOS
1.3 TRASCENDENCIA DE LA INVESTIGACIÓN

CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO
2.1 FUNDAMENTOS TEÓRICOS
2.1.1 EL DARWINISMO
2.1.2 LAS TEORIAS DE DARWIN
2.1.2.1 LA TEORIA DE LA EVOLUCIÓN
2.1.2.2 LA SELECCIÓN NATURAL O SUPERVIVENCIA DEL MÁS APTO
2.2 EL DARWINISMO SOCIAL
2.2.1 ORIGENES Y PRINCIPALES TEORICOS
2.2.2 ASPECTOS FILOSOFICOS DEL DARWINISMO SOCIAL
2.2.3 INDICADORES CARACTERISTICOS DEL DARWINISMO SOCIAL
2.2.4 EL DARWINISMO SOCIAL COMO ETNOCENTRISMO
2.2.5 EL DARWINISMO SOCIAL EN LA ENSEÑANZA COMO ANTITESIS DE LA EDUCACIÓN LIBERADORA
2.2.6 EL DARWINISMO SOCIAL COMO VISIÓN FALSEADORA DE LA HISTORIA
2.2.7 EL DARWINISMO SOCIAL Y SUS IMPLICACIONES DISCRIMINATORIAS A NIVEL POLÍTICO, SOCIAL Y CULTURAL
2.2.8 APLICACIONES HISTORICAS DEL DARWINISMO SOCIAL
2.2.8.1 EN LA COLONIZACIÓN DE LATINOAMÉRICA
2.2.8.2 EN EL NAZISMO
2.2.8.3 EN LA FASE NEOLIBERALISTA DEL SISTEMA ECONOMICO CAPITALISTA
2.2.8.4 EN LA EDUCACIÓN Y MEDIOS MASIVOS DE INFORMACIÓN
2.2.9 CONTRA-TEORIAS DEL DARWINISMO SOCIAL
2.2.10 LO QUE ESCONDE EL DARWINISMO SOCIAL
2.3 EL SISTEMA EDUCATIVO VENEZOLANO

CAPÍTULO III ASPECTOS METODOLOGICOS
3.1 TIPO DE ESTUDIO
3.2 PROCEDIMIENTO
3.2.1 CATEGORIAS

CAPÍTULO IV
4.1 ANALISIS DE TEXTO: Morón, G., Reyes, J. C., y Romero, V. (2005). Historia Universal 8vo Grado. Editorial Santillana. Caracas
4.1.1 Cuadros de Las civilizaciones precolombinas
4.1.2 Cuadros de la conquista y colonización de Latinoamérica
4.1.3 Cuadros de las luchas independentistas de las naciones latinoamericanas
4.2 ANALISIS DE TEXTO: Yépez C., A. (1991). Historia Universal 8vo Grado. Editorial Larense. Caracas
4.2.1 Cuadros de Las civilizaciones precolombinas
4.2.2 Cuadros de la conquista y colonización de Latinoamérica
4.2.3 Cuadros de las luchas independentistas de las nacioneslatinoamericanas
4.3 ANALISIS DE TEXTO: Gómez E., A y Camejo, G. Historia Universal 8vo Grado. Editorial Salesiana. Caracas
4.3.1 Cuadros de Las civilizaciones precolombinas
4.3.2 Cuadros de la conquista y colonización de Latinoamérica
4.3.3 Cuadros de las luchas independentistas de las naciones latinoamericanas

CAPÍTULO V
5.1 A MODO DE CONCLUSIÓN

CAPÍTULO VI
6.1 EL DARWINISMO SOCIAL EN LOS PROGRAMAS DE HISTORIA

REFERENCIAS CITADAS

INTRODUCCIÓN.

La educación históricamente ha sido una herramienta con la que se garantiza la enseñanza de los grupos o clases existentes en la sociedad, juega un papel fundamental debido a que tiene entre sus objetivos el promover la reproducción del sistema establecido por medio de la transmisión de su ideología lo cual se manifiesta en los códigos de comportamientos sociales, patrones culturales, formas de pensamiento y de reproducción de la existencia entre otros tantos elementos. A través de la enseñanza de la historia tanto nacional como mundial se da forma discursiva a una visión falseada de las sociedades pasadas y presentes en función de los intereses de sectores dominantes.

El darwinismo social es uno de los elementos teóricos que estando presente en la educación difunde una caracterización de la historia que toma como elemento central y determinante los factores biológicos del ser humano en vez de las relaciones económicas de cada sociedad. Por tal motivo la presente investigación se propone analizar críticamente la influencia de dicho elemento en los programas de historia universal de octavo grado, ya que es allí donde se nota una mayor incidencia.

En la parte inicial se define el objeto de estudio que será abordado en el desarrollo de la investigación, fundamentando los objetivos y precisando la trascendencia que la misma podría adquirir.

Seguidamente, se desarrolla el cuerpo teórico que cimentará la investigación. El darwinismo social se aborda desde sus inicios, partiendo con la inserción de las teorías de Darwin al campo de las ciencias sociales, señalando teóricos que han aportado en dicha área, definiendo sus principales aspectos filosóficos, indicadores característicos e implicaciones educativas, políticas, sociales, culturales y etnocéntricas.

A grandes rasgos se afirma que el darwinismo social consiste en un discurso ideológico que tergiversa la realidad social, su presencia en la educación es resultado de la preponderancia del pensamiento impuesto por la burguesía en décadas anteriores, además de significar una antítesis de la educación liberadora por servir de traba en la conformación de un sujeto crítico con conciencia de clase y sentido de pertenencia histórica.

Ciertamente no es sólo a través de la educación que el darwinismo social se difunde, por ello se aborda complementariamente el papel que juegan los medios masivos de comunicación en la divulgación del mismo. También se mencionan algunas aplicaciones históricas significativas tal como lo fueron la conquista y colonización de América, el neoliberalismo y el nazismo.

Igualmente se específica el instrumento de investigación como la herramienta metodológica que servirá de medio para concretar los objetivos de la investigación, la cual ha sido definida como un estudio de diseño documental y de nivel descriptivo. Más adelante se anuncia el procedimiento que es asumido como el conjunto de pasos a realizar para concretar los objetivos, incluyendo allí el instrumento para el análisis y las categorías que comprende.

La aplicación del instrumento se realizará sobre tres libros que gozan de aceptación entre profesores y estudiantes de la educación media venezolana. El primero de ellos, escrito por Morón, Reyes y Romero pertenece a la Editorial Santillana, casa editorial caracterizada por falta de rigor científico en sus publicaciones lo cual sirve de espacio perfecto para dar cabida al darwinismo social, de segundo lugar se escogió al de Yépez Castillo, que seguramente es más conocido por los años que lleva en circulación y con el que se habrán educado generaciones enteras, donde predomina ampliamente el pensamiento eurocéntrico que actúa de puente al pensamiento darwinista social, para finalmente abordar el libro de Gómez y Camejo publicado por la Editorial Salesiana donde se verá más discreta la tendencia darwinista pero que sin embargo, por ser hijos de su tiempo, los autores inevitablemente tienden a reproducir.

En la aplicación del instrumento se usarán nueve categorías que servirán de apoyo para fundamentar la razón por la que se asegura que los libros puestos en análisis tienen presencia del Darwinismo Social. Estas categorías son de discriminación social en el caso del racismo, sexismo, xenofobia y clasismo y de enfoques históricos ideologizantes como lo son el eurocentrismo, determinismo, evolucionismo, reduccionismo histórico y etnocentrismo. Dichas categorías no estarán siempre presentes, sin embargo se asume que la presencia de algunas de ellas en determinadas unidades de análisis implica influencia del darwinismo social.

Otro aspecto importante a mencionar es que en la aplicación del instrumento se abordaron tres periodos específicos de la historia universal. Las civilizaciones precolombinas, la conquista y colonización de América y las luchas independentistas ocuparon el lugar de análisis debido fundamentalmente a dos razones, primero porque se notó gran influencia específica y segundo por la importancia que tienen en la comprensión del momento histórico que vive el continente latinoamericano.

Si se analiza detenidamente la investigación, se identificarán cuatro tendencias en el grupo de autores utilizados como referencias. En primer lugar aquellos que se definen o son incluidos dentro del campo marxista y que sirvieron de base central para la realización del análisis crítico, luego otro grupo importante que, aun no estando en el primero, parte desde planteamientos cuestionadores de la realidad en la que se enmarca el darwinismo social, seguidamente quienes se han dedicado a estudiar la biología o el darwinismo social en sí y por último a quienes se usaron para dar forma a los aspectos metodológicos.

Finalmente es necesario advertir que se usaron fuentes bibliográficas principales y secundarias, así como documentos publicados en internet y fragmentos de alguna grabación musical, las mismas aparecerán reflejadas en un solo grupo al final del documento ordenadas alfabéticamente.

CAPÍTULO I

1.1 A MODO DE PLANTEAMIENTO.

En retrospectiva cada etapa histórica por la que ha ido atravesando la humanidad puede considerarse un avance en comparación con la anterior, lo que no implica una visión mecanicista o evolucionista de la misma. El hecho de que con nuevas exigencias los humanos se vieran obligados a desarrollar nuevas formas de intervenir en la realidad y satisfacerlas es una muestra de lo antes afirmado. Una visión objetiva de la historia debe centrarse en ubicar aspectos claves del desarrollo humano como lo son la forma en que estos producen los medios necesarios para vivir y las relaciones sociales que se generan a partir de este proceso y que inevitablemente los enlaza en relación de interdependencia.

El ser humano al estar integrado en la sociedad desarrolla variadas actividades que se encuentran determinadas por las condiciones históricas en que se desenvuelve, entendiendo que la práctica social “no se reduce a su actividad en la producción, sino que tiene muchas otras formas: la lucha de clases, la vida política, las actividades científicas y artísticas” (Tsetung, 1976, p. 67).

Al decir de Freire (2008 a), “como experiencia específicamente humana, la educación es una forma de intervención en el mundo” (p. 93) y como tal desempeña diferentes funciones según el contexto histórico en que se ejerce. Al abordarla se le debe considerar como expresión ideológica estrechamente ligada a las condiciones materiales de la sociedad, ya que sería un error “creer que el estudio de las ideas que se tienen en un periodo histórico puede realizarse separadamente del estudio de la historia material de ese periodo” (Silva, 1996, p.220).

En este mismo sentido, profundizando las palabras de Ludovico Silva y puntualizando la relación entre la educación y el sistema económico-social Mariátegui (2008) afirma que

El problema de la enseñanza no puede ser bien comprendido al no ser considerado como un problema económico y como un problema social. El error de muchos reformadores ha residido en su método abstractamente idealista, en su doctrina exclusivamente pedagógica. Sus proyectos han ignorado el íntimo engranaje entre la economía y la enseñanza y han pretendido modificar esta sin conocer las leyes de aquella (p. 95)

Como se advertirá, la educación se encuentra determinada indudablemente por los intereses de clase del sector dominante de cada formación socioeconómica, y es empleada como uno de los mecanismos que permite desechar las ideas que en el pasado fueron predominantes, consolidar la dominación de una clase sobre otra y contener posibles revueltas por parte de los grupos dominados. Es así que Ponce (2006) afirma que:

Para ser eficaz, toda educación impuesta por las clases poseedoras debe cumplir estas tres condiciones esenciales: destruir los restos de alguna tradición enemiga; consolidar y ampliar su propia situación como clase dominante; prevenir los comienzos de una posible rebelión de las clases dominadas. (p. 30)

De esta manera se deduce que la conformación de un nuevo sistema político-económico trae aparejada la abolición, no sólo de las ideas, sino también de las relaciones sociales que hasta entonces han prevalecido en el marco de la antigua sociedad.

Con el surgimiento del sistema capitalista, florecieron necesidades cuyo atendimiento se repartió entre las diferentes instituciones de la maquinaria burocrática que articuladamente se puso en marcha para garantizar la permanencia y estabilidad del nuevo modo de producción. Es en este contexto donde se le asignó un papel más relevante a la educación “pasando a consolidarse como el principal Aparato Ideológico del Estado” (Althuser, 2008, p. 17).

Con el desarrollo del capitalismo se consolida la diferenciación entre fracciones sociales, la cual ha existido en la historia desde la primera gran división social del trabajo donde “las tribus de pastores se destacaron del resto de la masa de los bárbaros” (Engels, 2004, p. 182) y a medida que fueron sucediéndose una sociedad tras otra, aparecieron distintos grupos humanos que se encontraban, con que para defender sus respectivos intereses debían enfrentarse antagónicamente en una lucha a muerte entre sí, confirmando la sentencia de que “la historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases” (Engels y Marx, 2007a, p. 7) escenario que permanecerá vigente mientras existan las circunstancia que engendran tal conflictividad social.

Esta confrontación entre las clases ha revestido diferentes matices según el momento histórico en que se han suscitado. Principalmente han sido en los planos ideológicos, políticos, sociales y económicos asumiendo en periodos coyunturales el enfrentamiento militar armado. La educación ha sido uno de esos terrenos y como se ha visto adquirió en el capitalismo un rol de importancia debido a que sus funciones “se desarrollan en dos dimensiones principales: la de la capacitación de la mano de obra y el desarrollo de capacidades, y la de la imposición y difusión de las formas ideológicas y culturales dominantes” (Vasconi, 2006, p.42).

En tal sentido cuando se habla de educación no debe entendérsela como un elemento homogéneo o unidimensional, sino como un organismo conformado por diversos componentes, articulados en función de los objetivos que histórica y socialmente se le asignan. Debe comprendérsela “a partir de diversas ópticas y perspectivas disciplinarias, como son la economía de la educación, la psicología educativa, la sociología de la educación, la didáctica educativa, la historia de la educación, la metodología de la investigación educativa y la filosofía de la educación, entre otras” (Ramos, 2005).

Como se observa existe un aspecto transdisciplinario en los diversos componentes que conforman la educación, los que se complementan en función de garantizar una coherencia discursiva en la difusión escolar de las ideas convenientes a los sectores dominantes. Pero hay que resaltar que es en la sociedad capitalista donde ha existido un mayor desarrollo de este aspecto de la educación y donde de manera general se han generado procesos científicos-tecnológicos cuya finalidad es contribuir a la doblegación de las grandes mayorías por parte de grupos minoritarios, como lo dice Banaschak (1974):

Este proceso de envilecimiento y esclavización del ser humano es inseparable del desarrollo de la ciencia. No es un resultado de ella, sin embargo, sino un atropello, una perversión de la misma bajo determinadas relaciones sociales. Es el resultado del desarrollo del capitalismo que, de acuerdo con sus rasgos inmanentes, oprime todo lo humano, atropella todos los resultados de la investigación científica, poniéndolos a su servicio en la lucha contra el hombre y convirtiendo al individuo en objeto de un sistema imperialista de seducción y opresión de masas cada vez más perfeccionado y más extendido técnicamente con medios sicológicos (p. 10).

Como se comprenderá, los procesos científicos no se generan de manera espontanea ni son ajenos a las contradicciones sociales, prueba de ello es como determinados aportes de la ciencia biológica han sido usados para justificar el sistema capitalista y la división de clases que lo mantiene, otorgándole a las desigualdades sociales un origen independiente de la sociedad y por lo tanto imposible de ser modificado por la voluntad del ser humano.

Es bajo esta perspectiva que los sociólogos del siglo XIX introdujeron las teorías de Charles Darwin al campo sociológico (Vallejo, S.F., p. 1), adaptando las categorías darwinianas a la explicación y enseñanza del curso histórico que han tomado las sociedades, asignándole un factor determinante a la biología del ser humano y planteando que las diferencias sociales obedecen a fenómenos orgánicos inherentes a cada individuo, desconociendo el papel que el desarrollo de las fuerzas productivas tiene a nivel histórico. Como resultado “esto hace que la historia deba escribirse siempre con arreglo a una pauta situada fuera de ella; la producción real de la vida se revela como algo protohistórico mientras que la historicidad se revela como algo separado de la vida usual, como algo extra y supraterrenal”(Engels y Marx, 2007 b, p.52) o biológico en este caso.

El Darwinismo Social surgió en la sociedad Europea de finales del siglo XIX, gozando de mayor apogeo a principios del XX con los aportes realizados por autores seguidores de esta corriente, como resultado de la influencia del eurocentrismo en nuestro continente tuvo gran proyección en la sociedad Latinoamericana. Desde el punto de vista de Spencer (1852), su precursor, consiste en la identificación de la evolución con el progreso social, de la sobrevivencia de los más idóneos para cada tipo de hábitat y la afectación (o aplicación) de las leyes evolucionistas generales a los organismos vivientes en sociedad y la mente humana a partir de la conciencia (Citado en Espina, 2005, p.178).

En la actualidad se asume que no es una corriente predominante a nivel teórico. No obstante, por su carácter ideológico, siguen presentes de manera encubierta algunos elementos que demuestran su presencia en los programas educativos, como resultado de la influencia que logró en épocas anteriores.

En la enseñanza de la historia, específicamente lo concerniente a la explicación del desarrollo histórico-social se puede decir que la historiografía venezolana está dominada por la adopción y transferencia acrítica de una investigación a otra, del enfoque unilateral, de la exposición meramente descriptiva (general) y del poco o insuficiente uso de fuentes primarias (Battaglini, 2005, p.2). Generando una visión distorsionada de la historia, sin objetividad, anecdótica y superficial. Si se toma en cuenta que esta tendencia está presente en la mayoría de los investigadores, docentes y escritores se comprende que los programas educativos de la educación media en nuestro país reproduzcan acríticamente el mismo discurso que ha predominado durante décadas.

Como se considera entre diversos aspectos que, “la pedagogía contribuye a la creación de los presupuestos y condiciones para la superación de la sociedad actual, de la enajenación humana” (Gantiva, 2008, p. 100), que la educación es “el proceso de inculcación de valores a ese ser que nace lleno de instintos” (Castro, 2007, p. 40), que es una práctica determinada históricamente por el sistema económico predominante en la sociedad, que es una herramienta usada por los sectores político-económicos dominantes para garantizar la continuidad del sistema del cual son beneficiarios, que en la Venezuela de inicios del siglo XXI, como otros países de Latinoamérica, se están promoviendo cambios desde distintos sectores para dar fin a las relaciones de exclusión, explotación y opresión generadas por el modo de producción capitalista y que en el contexto educativo siguen vigentes tendencias discursivas de corte burgués que se enfrentan como trabas al surgimiento de un nuevo modelo de sociedad, es necesario preguntarse:

¿Cuál es la influencia que el Darwinismo Social ejerce en la enseñanza de la historia en la educación media del subsistema de educación básica venezolano?.

1.2 OBJETIVOS.

1.2.1 Objetivo General.

- Analizar desde una perspectiva crítica la presencia del darwinismo social en los programas de historia universal en la educación media del subsistema de educación básica venezolano.

1.2.2 Objetivos Específicos.

- Identificar críticamente los componentes de historia universal donde se explique el desarrollo mundial desde un enfoque Darwinista Social.
- Establecer la influencia del Darwinismo Social en los textos de historia universal usados en octavo grado.

1.2.3 Los objetivos planteados.

Luego de definir al darwinismo social como una corriente de pensamiento presente en la historiografía actual, se hace necesario fundamentar los objetivos que se persiguen con la siguiente investigación.

El aspecto principal, consiste en elaborar de forma crítica un análisis documental de la existencia del darwinismo social en los programas de historia universal de octavo grado en la educación media de Venezuela.

Por análisis crítico se entiende el abordar el objeto de estudio desde una perspectiva dialectico-histórica, rompiendo con el esquema neopositivista que Núñez Tenorio (2007) define como el que “hace esfuerzos por presentar un primer elemento de unidad de las ciencias en la vigencia de un solo método: el hipotético-deductivo” (p.51), asumiendo un discurso acorde al pensamiento divergente, de tendencia revolucionaria que se desmarque de las corrientes ideológicas justificadoras del sistema capitalista.

Para ello, se identificarán elementos que demuestren que en los componentes de historia universal aun está presente el darwinismo social en la explicación del desarrollo histórico de la humanidad. Entendiendo que el darwinismo social se ubica entre las teorías explicativas del nacimiento, evolución y desarrollo de las sociedades humanas, las cuales han sido abordadas con diferentes métodos, enfoques y posiciones teóricas, generado como consecuencia explicaciones variadas y antagónicas entre sí.

Por último se establecerá la influencia del darwinismo social en los textos de historia universal usados en octavo grado, por lo cual se hace necesaria una revisión minuciosa de diversos libros donde se aborde el tema en cuestión. Explicando finalmente las razones por las cuales se asume que tienen influencia del discurso darwinista social.

1.3 TRASCENDENCIA DE LA INVESTIGACIÓN.

Al hablar de la educación venezolana y los procesos que en ella se desarrollan, debe comprendérsela en relación con su marco histórico y con la totalidad de tiempo-espacio a la que pertenece. Es por ello que no puede concebirse el fenómeno educativo venezolano como aislado e invariable, sino como interconectado a su contexto y en procesos dialecticos de avance, estancamiento y/o retroceso.

En relación a su contexto se asume a Latinoamericana como punto inicial, partiendo de la caracterización realizada por Petras (2008) donde crítica las actitudes de considerar los procesos como “fenómenos sociales estáticos, en consecuente progreso, con influencia intacta o en aumento; nunca en retroceso, degeneración o perdida de su relevancia política” (p. 9), se asume que el contexto de Latinoamérica es demasiado complejo y cambiante, como para realizar una definición general que abarque todas sus dimensiones de forma objetiva sin caer en simplismos y que además se ve profundamente afectada por la actual crisis estructural del sistema capitalista mundial, la que “ no es sólo la mayor crisis económica en la historia humana, sino la crisis más grande en todos los sentidos” (Mészáros, 2009, p. 221).

En consecuencia se afirma que en Latinoamérica, y Venezuela específicamente, la educación se ve influenciada por diversos conflictos sociales que son principalmente de carácter político-económico, en un marco donde también entran en choque la correlación de fuerza de las clases sociales y que adquiere en el terreno educativo la forma de lucha ideológica.

Asumiendo la reevaluación crítica de la historia venezolana como “requisito ineludible para propiciar la movilización de nuestras fuerzas políticas populares y democráticas, estimulando al mismo tiempo una toma de conciencia, un sentido de identidad con lo que hemos sido y somos como pueblo y con nuestras raíces latinoamericanas” (Sanoja y Vargas, 2008, p.25) esta investigación cobra importancia porque, un parte de su intencionalidad es analizar la influencia de la ideología burguesa que continúa presente en los programas educativos de Venezuela, siendo el darwinismo social un elemento creado y desarrollado por teóricos pertenecientes a las clases dominantes.

Se comprenderá el hecho de que aun cuando se hayan realizado reformas educativas sigan evidenciándose elementos como el darwinismo social en la educación venezolana. Seguramente, esto se debe a que la ideología burguesa es más antigua, de elaboración más completa y posee medios de difusión incomparablemente más poderosos (Lenin, 2007, p. 89). De allí que se considera fundamental luchar contra estos componentes teóricos que se erigen como piedra de tranca a los cambios y procesos revolucionarios de Latinoamérica.

En Venezuela si se quiere que la educación sea una plataforma para la profundización de un proceso revolucionario es necesario asumir la batalla de las ideas y empezar a transformar los programas educativos, asumiendo que la “educación no es la palanca de transformación social, pero sin ella esa transformación no se produce” (Freire, 2008 b, p. 73). Se puede comenzar, por erradicar los elementos ideologizantes de la educación ya que “la confrontación no es pedagógica sino política” (Freire, 2009 a, p. 68). Al ser esta investigación denunciadora de uno de dichos elementos, se considera que puede contribuir como aporte a las luchas revolucionarias del continente.

CAPÍTULO II

2.1 FUNDAMENTOS TEÓRICOS.

En el siguiente capítulo se definirán los fundamentos teóricos que se utilizarán como soporte central de esta investigación. Se inicia definiendo el darwinismo con un esbozo de los principales elementos que lo conforman, explicando su aplicación en el área las ciencias sociales, haciendo referencia a sus orígenes y principales teóricos, continuando con la identificación de sus aspectos más resaltantes a nivel filosófico, su expresión etnocéntrica, sus implicaciones políticas, sociales, culturales y principales indicadores, para finalizar con la caracterización del sistema educativo venezolano.

2.1.1 EL DARWINISMO.

Antes de explicar su aplicación en las ciencias sociales se hace necesario definir la conceptualización del darwinismo que se asumirá en esta investigación, para ello debe reconocerse que así se denomina en el ámbito científico a los aportes teóricos realizados por Charles Darwin en el campo de la evolución biológica, cuyo principal referente es la teoría de la selección natural, esbozada en la obra El origen de las especies, libro culminado en 1859 luego de haber viajado durante cinco años por el sur de América donde conoció y estudió elementos de la naturaleza local que le llevaron a formular la idea de la evolución. Engels (1987) afirma que

Darwin había sacado de sus viajes científicos la idea de que las especies vegetales y animales, lejos de ser permanente, se transforman. Para desarrollar esta idea, una vez de vuelta, el terreno más favorable que se le ofrecía era el de la cría de animales y plantas (…) De este modo, se probaba de una parte la variabilidad de las especies, dentro de ciertos límites y, de otra, la posibilidad de la existencia de antepasados comunes para organismos que difieren por sus caracteres específicos (p. 77)

En su publicación Darwin reveló que Dios no inventó el mundo en una semana, ni nos modeló a su imagen y semejanza. Por lo que la pésima noticia no fue bien recibida. ¿Quién se creía que era este señor, para corregir la Biblia? (Galeano, 2008, p. 310). Tal descubrimiento revolucionó la opinión general que se tenía sobre el origen de los seres vivos, al ofrecer una alternativa científica al planteamiento generalizado de que todos los seres vivos habían sido diseñados por un ser inteligente (Sampedro, 2009).

Igualmente se asume dentro del darwinismo las posteriores contribuciones realizadas por otros científicos como continuación a los fundamentos iniciales, estas contribuciones robustecieron y ampliaron los cimientos creados por Darwin. Resaltando de igual manera que este partió de las ideas propuestas por científicos que lo precedieron como Thomas Malthus y Jean Baptiste Lamarck, las cuales les sirvieron de apoyo y se sintetizaron en su obra.

2.1.2 LAS TEORÍAS DE DARWIN.

2.1.2.1 La teoría de la evolución, la cual hace referencia a que todos los seres evolucionan con el paso de las distintas generaciones, influenciados por la necesidad de adaptarse al medio donde se desenvuelven y que gran parte de estos organismos provienen de otros similares, en palabras de John Dupré (2006)

El postulado central del pensamiento evolutivo es el simple hecho de que la vida evolucionó sobre la faz de la tierra. De las formas más simples derivaron las formas complejas y todas, o al menos la gran mayoría de las formas de vida, comparten antecesores comunes (p. 27).

2.1.2.2 La selección natural o supervivencia del más apto, donde se explica que a través del proceso de selección natural los organismos más aptos son los que logran sobrevivir y reproducirse, procreando una generación de relevo con mayores oportunidades de transmitir sus genes a otra generación futura y como consecuencia los individuos con cualquier ventaja sobre otros, por pequeña que sea, tendrán más posibilidades de sobrevivir logrando conservar las variaciones favorables y destruir las desfavorables (Darwin, 2009, p. 136).

2.2 EL DARWINISMO SOCIAL.

Primeramente resulta interesante, el llamado de atención realizado por Dawkins (2009) quien señala que

Aunque es verdad que la teoría de Darwin admite aplicaciones mucho más allá de los confines de la evolución de la vida orgánica, quiero prevenir contra un tipo particular de "darwinismo universal", a saber: contra la acrítica inyección de alguna que otra confusa versión de la selección natural en cualquier ámbito concebible de las ciencias humanas (p. 3).

En ese marco se reconoce que desde el momento en que Darwin difundió públicamente sus contribuciones, tuvieron gran impacto a nivel social y sobre todo en la comunidad científica, principalmente por desmontar el discurso idealista que hablaba de la creación del mundo al anteponerle el planteamiento de la evolución y luego por influir sobre economistas europeos que quisieron aplicar sus teorías al campo de las ciencias sociales.

Así, algunos sociólogos contemporáneos al naturalista inglés explicaron los procesos económicos desde una perspectiva evolucionista, justificando las desigualdades sociales con un discurso falsificador de la realidad, atribuyendo el origen de tales diferencias a factores biológicos del ser humano, por lo tanto, intrínsecos a su naturaleza e imposibles de modificar por medio de la practica social. Una definición más amplia es la de Osborne (2007) donde plantea que:

Esta interpretación de la evolución, combinada con la teoría de Darwin de la supervivencia del más apto, dio origen a una teoría social según la cual los más fuertes no sólo estaban destinados por naturaleza a dominar a los más débiles, sino que además habían alcanzado su posición de fuerza gracias a la voluntad de sus antecesores unida a la suya propia. Por tanto, los más fuertes económica y físicamente tenían a la naturaleza y a la moral de su parte y habían llegado a donde se encontraban gracias a los esfuerzos propios y los de su familias. Cualquier intento de interferir en esta situación, como, por ejemplo procurando bienestar a los pobres o a los débiles, significaba, al desviarla de su curso natural, correr el riesgo de la degeneración de toda la sociedad. El darwinismo social (en total contradicción con las teorías de Darwin) se convirtió en la doctrina que justificaba cualquier acción, desde el liberalismo económico hasta la esclavitud y el genocidio de las razas más débiles; desde el rechazo a dar educación a los trabajadores pobres hasta la exterminación de los países más pequeños por naciones más grandes y poderosas. Por su puesto, existían grados de compromiso con el dogma del darwinismo social; sin embargo, entre 1860 y 1939, la sociedad occidental estaba firmemente convencida de la justicia de la supervivencia del más fuerte y la superioridad moral del poderoso (p. 457).

El darwinismo social forma parte del conjunto de teorías fatalistas que niegan que la participación humana pueda ejercer alguna influencia sobre las desigualdades sociales, ubicando el origen de éstas fuera de la sociedad, no dentro de la misma, formulando que el motor promotor de los cambios es la lucha por la existencia y supervivencia de los grupos mejor dotados, que este motor opera a través de la competencia y la adaptación al medio, donde el cambio social se produce mediante procesos incrementalistas de crecimiento orgánico (Spencer, citado en Espina 2005, p.177). Con el nacimiento del darwinismo social

Se abrió paso una nueva corriente de pensamiento político-social por la cual, los hombres y las sociedades competían entre sí por una serie de recursos finitos, algunos de subsistencia y otros de prestigio, y solamente aquellos hombres, y aquellas sociedades más fuertes saldrían victoriosos de la pugna, en virtud de su mayor aptitud, pereciendo los menos aptos (Ruiz, 2008, p. 2)

La ideología, al ser una dimensión más asumida por la lucha de clases, utiliza al darwinismo social como una herramienta creada por el capitalismo y que tiene como interés perpetuar las divisiones de la sociedad e incluso fomentar la división entre sus opuestos, por tal razón Lebowitz (2006) afirma que “el poder del capital descansa, en gran medida, en su constante habilidad para dividir y separar a los trabajadores: para ponerlos a competir entre sí, para convertir la diferencia en antagonismo” (p. 290). No se puede dudar que los postulado darwinista sociales, de seres biológicamente superiores e inferiores, sean elaborados en función de un interés de clase y puestos al servicio de los sectores dominantes para la conservación del estatus quo en detrimento de las grandes mayorías explotadas, tal como lo afirma Mariátegui (2007) al sostener que “el concepto de razas inferiores sirvió al occidente blanco para su obra de expansión y conquista” (p. 30).

2.2.1 ORÍGENES Y PRINCIPALES TEÓRICOS.

A pesar de contar con notables censuras sobre todo en los sectores conservadores, el conjunto de teorías darwinistas se empezó a divulgar masivamente hasta llegar a su aplicación en áreas que van más allá de las ciencias biológicas, Cruz (2008) comenta que:

Hubo científicos y teólogos relevantes que asumieron el evolucionismo, contribuyendo a su difusión por medio de escritos o a través de sus clases en la universidad. Cabe mencionar aquí al zoólogo Thomas Huxley, al botánico Joseph Hooker y al geólogo Charles Lyell, todos ellos ingleses. Pero también a sociólogos como el ya mencionado Herbert Spencer o teólogos como Charles Kingsley que era novelista y clérigo de la Broad Church. En Alemania, el biólogo Ernst H. Haeckel, profesor de zoología en la Universidad de Jena, se puso también a favor de las ideas de Darwin (p. 1)

Para muchos el padre del darwinismo social fue el francés Herber Spencer quien dedicó mayor atención a la tarea de adaptar el cuerpo teórico del evolucionismo a las ciencias sociales, de la mano con nuevos elementos que él mismo introduciría, según Ritzer (1997)

sostenía la idea evolucionista de que el mundo mejoraba progresivamente. Por tanto, se le podía dejar que marchase por si solo; una interferencia externa sólo podía empeorar la situación. Spencer adoptó la idea de que las instituciones sociales, como las plantas y los animales, se adaptaban progresiva y positivamente a su entorno social. También aceptaba la creencia darwiniana de que el proceso de la selección natural de la supervivencia del más apto también se producía en el mundo social. (...) Es decir, libres de una intervención externa, las personas aptas podrían sobrevivir y multiplicarse mientras que los no aptos tenderían a extinguirse (p. 46)

En cuanto a la creación del término, Vallejo (S.F.) asevera que “fue acuñado, probablemente por primera vez, en 1879 por el anarquista Emile Gautier, en un ciclo de conferencias pronunciadas en el Cercle d´etudes sociales du Panteón de Paris” (p. 1).

Más allá de contar con un número significativo de simpatizantes y de ser desarrollado conceptualmente por conocidos teóricos sociales, el darwinismo social o social darwinismo como también se le conoce, comenzó a ser atacado por voces detractoras que denunciaban fervientemente su carácter ideológico y asumieron posiciones antagónicas para develar su interés manipulador, al respecto Báez (2009) explica que:

Aquella seudoteoría no resistió por mucho tiempo el análisis de las cienciassociales. Pronto se descubrió la trampa que subyace en elsocialdarwinismo. Se reveló el error reduccionista en que incurrió al extrapolar en forma mecánica los conceptos de las ciencias biológicas al desenvolvimiento de las sociedades humanas; por lo mismo, se denunció alsocialdarwinismopor utilizar la ciencia para fines políticos (p. 1)

Igualmente Saab (2001) explica que

No obstante que el llamado "darwinismo social'' ha sido ampliamente desprestigiado, en la actualidad ha resurgido en la llamada sociobiología, propuesta por Edward O. Wilson con base en los experimentos de Richard Dawkins, quien sugirió el concepto "gen egoísta''. En esta nueva edición del "capitalismo genético'' se asume, exclusivamente, la estrategia competitiva de la vida, y se subestima la estrategia cooperativa. Cualesquiera de esos extremos, por sí mismos, no pueden explicar satisfactoriamente los fenómenos tanto biológicos como humanos (p.1)

En resumen, este es el esbozo histórico de una teoría que ha pretendido asumir un nivel científico social partiendo de afirmaciones irrefutables del campo biológico anhelando tener la misma aplicabilidad en el ámbito de las relaciones humanas. Teoría que por un lado ha contado con gran expansión y que se renueva con el paso del tiempo, creando nuevos conceptos que rescatan sus aspectos centrales de manera camuflada ,con autores como Edward Osborne Wilson,Richard DawkinsyDaniel Dennett, pero que por otro lado cuenta con antítesis que se le anteponen irreconciliablemente exponiendo sus inconsistencias teóricas.

Es de importancia resaltar que con los teóricos del darwinismo social al tergiversar y sacar de contexto las teorías de Darwin sucede lo que plantea Guadarrama (2008) cuando asevera que “en muchas ocasiones, quienes comienzan a autodenominarse seguidores de un pensador distorsionan elementos de la teoría del fundador de la doctrina, de tal modo que estos últimos pudieran llegar incluso a rechazar ser considerados miembros de la doctrina a la cual se ha denominado con su nombre” (p. 203).

2.2.2 ASPECTOS FILOSÓFICOS DEL DARWINISMO SOCIAL.

Al analizar el darwinismo se observa que es influenciado por la dialéctica y el pensamiento materialista a pesar de que Darwin “no era un dialectico consciente; sin embargo, toda su teoría del origen de las especies se basa en el principio del desarrollo, que constituye un rasgo peculiar importantísimo del modo dialectico de abordar la realidad” (Lander, 2008, p.130).

Considerándolo en su contexto histórico se comprende que ya antes del siglo XIX la burguesía europea promovía los avances y descubrimientos científicos para desarrollar los medios de producción y consolidar la formación social en la que surgían como dominantes, se trataba de vencer la oscurana de la edad media y los sectores sociales por ella representados.

Sin embargo al ser introducido en el campo social, el darwinismo sufrió por parte de sus postulantes serias deformaciones que significaron un atraso a nivel científico. Principalmente por la forma mecanicista como se intentó adaptar un conjunto de teorías biológicas para explicar el funcionamiento interno de los grupos sociales y justificar las diferencias existentes, atribuyéndole su origen a causas naturales lo que constituye un aspecto claramente determinista. Seguidamente por su carácter metafísico al estudiar las relaciones sociales aisladas de su contexto histórico, tomando en cuenta sólo pequeños fragmentos de la realidad como si estas fueran inmóviles y eternas.

Se afirma a su vez que es mecanicista porque para éste existe el movimiento pero de manera mecánica, no ocurren los cambios sino una variación de posición, es un movimiento sin historia (Politzer, 2004, p. 109), y es metafísico como “toda concepción del mundo, puramente especulativa, desvinculada de la historia y de la práctica, que se postula como si estuviera al margen del tiempo y del espacio” (Kohan, 2008, p. 202).

Por tales razones, a pesar de lo revolucionario que fue el darwinismo en sus inicios, se debe ubicar al darwinismo social dentro de las teorías positivistas propias del pensamiento idealista del siglo XIX que cuando llega a tomar elementos materialistas lo hace de manera mecanicista, distando ampliamente del materialismo dialectico planteado por Marx y Engels.

2.2.3 INDICADORES CARACTERÍSTICOS DEL DARWINISMO SOCIAL.

El darwinismo social: explica las diferencias socioeconómicas entre individuos y grupos como el producto de sus diferencias en aptitud, la lucha por la existencia conduce inevitablemente al triunfo de los más aptos quienes obtienen mayor éxito social y económico (Castro, López y Toro, 2003, p. 149).

El darwinismo social: “Plantea, por ejemplo, que el comportamiento de los seres humanos está determinado por los genes de cada individuo, lo que lleva a la conclusión de que la sociedad está gobernada por la suma de comportamientos individuales de toda la población. Este control genético es el equivalente a las viejas ideas expresadas en la frase naturaleza humana” (Woods y Grant, citado en Méndez, 2010).

El darwinismo social: Expresa que la sociedad nace del instinto de conservación y de la defensa del individuo y de la especie, por lo que la explicación de los comportamientos sociales debe buscarse en la naturaleza y el instinto (Bung, 1994, citado en González, 2000, p. 220).

El darwinismo social: Al sostener la teoría de la sobrevivencia del más apto por medio de la selección natural, alega que “el juego económico del mercado es el que, hipotéticamente, permitiría esa selección natural desde el nivel internacional (los países), nacional (regiones) o individual. Se trata de negar la realidad social de la división en clases sociales y la relativa impermeabilidad de éstas, la lucha de clases, así como la relación entre expectativas de vida, salud, etc., y nivel socioeconómico” (Sánchez, 1998, p. 12) .

El darwinismo social interno justifica la competencia capitalista entre ciudadanos de un Estado y el externo justifica la competencia económico-militar de las naciones avanzadas y la despiadada explotación de los pueblos inferiores (López y Lujan, 1989, p.129), de donde se desprende que las sociedades modernas de occidente han alcanzado la cima en esta lucha y representan el estadio más elevado del progreso social (Martínez y Las Heras, 2007, p. 39). Como lo plantean Sanoja y Vargas (2008)

La tesis del Darwinismo Social tiene también su ámbito de aplicación a lo interno de nuestros países. Como parte del proceso civilizatorio, los grupos políticamente dominantes tratan de diferenciarse social y culturalmente de los que ellos consideran subordinados e inferiores. Se describen así mismo como refinados, educados y cultos, en tanto que los miembros de las clases subordinadas o grupos periféricos son descritos como incivilizados, bárbaros, rústicos y salvajes (p. 77)

El darwinismo social: Sostiene que la lucha, la violencia y la guerra son características esenciales del ser humano y constituyen la base de sustentación del cambio social (Álvarez y Valera, 2004, p. 309), la lucha de clases es sustituida por la lucha de grupos compactos que se imponen sobre los grupos más débilmente estructurados por lo que la historia de la humanidad es la de razas que pugnan por alcanzar la hegemonía (Bagehot 1872 y Gumplowicz 1883, citado en Álvarez y Valera, 2004, p. 309).

El darwinismo social: Asegura que

Según la evolución social, tanto el mundo natural como el social están gobernados por las mismas leyes inmutables de la evolución, definida ésta como un cambio unidireccional que se desarrolla a escala global. Las diferentes sociedades y razas avanzan con ritmos distintos lo cual, según esta teoría, determina la existencia de una jerarquía de razas, sociedades y culturas que es consecuencia necesaria de la evolución social, expresada en unas razas, sociedades y culturas superiores, Europa y Estados Unidos, y otras, el resto del mundo que son inferiores. (Sanoja y Varga, 2008, p. 75)

En síntesis el darwinismo social justifica las desigualdades existentes en la sociedad, sobreestimando el papel que los factores biológicos ejercen en los grupos humanos, atribuyéndoles facultades irreales. Minimiza el nivel de influencia que los aspectos económicos, políticos y culturales ejercen en la sociedad y define como de causa natural la hegemonía de los sectores “poderosos” sobre los “débiles”, identificando como modelo de éxito, progreso y desarrollo la supremacía de elites económicas obtenida por medio de la explotación, opresión y exclusión de otros sectores a los que considera biológicamente inferiores. De manera generalizada el darwinismo social se usa para apoyar las desigualdades entre razas, sexo, clases sociales y regiones geográficas.

El darwinismo social es completamente un discurso manipulador que como todo lenguaje ideológico según Silva (2009 a) “es un campo mental encargado de preservar los valores de la clase opresora; y es un campo que actúa en la mente de los oprimidos como fuente irracional de lealtad hacia el sistema de opresión” (p. 88). Sus objetivos se centran en ocultar las verdaderas razones de las desigualdades y además de declarar la imposibilidad de luchar contra ellas porque están más allá de toda voluntad humana, promoviendo con sus argumentos biológicos un modelo de sociedad capitalista de explotación del ser humano por el ser humano.

En definitiva se puede afirmar, porque la historia y las ciencias lo han demostrado, que las desigualdades de la sociedad obedecen a factores ajenos a la biología humana, ya que la naturaleza no hace razas de estúpidos, de esclavos, de pobres ni de ignorantes sino que es la sociedad quien las hace (Rodríguez, 2005, p. 110) mediante un discurso y una práctica de dominación.

2.2.4 ELDARWINISMO SOCIAL COMO ETNOCENTRISMO.

El Darwinismo social constituye una expresión de etnocentrismo puesto que propone una teorización donde la naturaleza ha reproducido seres humanos biológicamente mejores que otros, entendiendo como actitud etnocéntrica aquella que “considera la cultura propia, en conjunto, como superior a las otras y exporta los propios comportamientos étnicos como criterios objetivos para analizar y juzgar el proceder de las personas con cosmovisiones distintas” (Cabedo, 2006, p. 91).

Para los darwinistas sociales, los seres mejor adaptados son los que llegan a la cima de la pirámide social, el modelo de sociedad por ellos planteados es donde una minoría “biológicamente superior” ocupa los puestos de poder y dirección sobre una mayoría “biológicamente inferior” que ocupa los puestos menos valorados y desprestigiados socialmente, como ejemplo se observa que en Latinoamérica “el interés de la clase explotador, -española primero, criolla después-, ha tendido invariablemente, bajo diversos disfraces, a explicar la condición de las razas indígenas con el argumento de su inferioridad o primitivismo” (Mariátegui, 2010, p. 63).

Igualmente el darwinismo social al tomar como criterio de discriminación el factor biológico de los seres humanos, genera actitudes que derivan principalmente en expresiones de racismo, sexismo, xenofobia y clasismo.

Las expresiones de racismo se encuentran en el discurso donde los blancos (prototipo del burgués occidental) son mejores que los negros, los indígenas y las personas con diferente fisionomía corporal. Es de notar como su función consiste en activar “un operativo conceptual tendiente a atribuir las desigualdades sociales, de clara factura histórica, a causas orgánicas o raciales, lo que a su vez facilitaría la explotación del estigmatizado, en beneficio de los intereses económicos y políticos de los mentalizadores u operadores de esta clasificación social” (Almeida, 1999, p. 191).

Para demostrar la relación entre la raza como inferioridad biológica y actitudes criminales, en un tono antagónico al lenguaje del darwinismo social Galeano (2004 a) denuncia de forma crítica que: “El racismo se justifica, como el machismo, por la herencia genética: los pobres no están jodidos por culpa de la historia, sino por obra de la biología. En la sangre llevan su destino y, para peor, los cromosomas de la inferioridad suelen mezclarse con las malas semillas del crimen” (p. 45).

Las expresiones de xenofobia siguen una lógica similar a la del racismo la diferencia consiste en que el criterio de discriminación es la procedencia geográfica (continente, país o región entre otros) y se asocia generalmente al factor racial. La xenofobia se constituye en la imagen negativa sobre grupos humanos foráneos, va unida normalmente a la explotación, la necesidad de exclusión o la eliminación del contrario, el miedo que produce su presencia inquietante o el sueño posible de una revancha de su parte (Perceval, 1995, p. 43).

Todas estas formas de etnocentrismo que asume el darwinismo social han sido creadas para conservar el sistema de opresión con el que se somete a otros pueblos o grupos humanos sin reconocimiento o respeto a las diversidades culturales, sociales, políticas y económicas. Con el darwinismo social se ratifica la afirmación de que luego de declararse los derechos humanos burgueses universalmente se afirma que quienes no aceptan de buena gana estos derechos son animales salvajes frente a los cuales estos derechos no valen, generando por lo tanto una inversión de tales derechos asumiendo a “los otros” como animales salvajes y dueños de conspiraciones mundiales (Hinkelammert, 2008, p. 224).

2.2.5 EL DARWINISMO SOCIAL EN LA ENSEÑANZA COMO ANTITESIS DE LA EDUCACIÓN LIBERADORA.

Se ha afirmado que la educación adquiere diversos matices según los elementos que la constituyen y los objetivos que se planteen con su realización. A través de la historia se ha comprobado que la educación no es neutral o imparcial, mucho menos independiente de las contradicciones que existen en el seno de la sociedad.

Como resultado, se manifiestan en la práctica educativa los conflictos que existen fuera de ella debido a que los seres humanos participes del acto educativo viven y se desenvuelven en un complejo contexto histórico, marcado por relaciones sociales particulares, del cual no pueden divorciarse. En este sentido, Torres (1998) propone que “los sistemas educativos y, por tanto, las instituciones educativas guardan siempre una relación estrecha con otras esferas de la sociedad. Lo que en cada una de ellas sucede repercute, con mayor o menor intensidad en las demás” (p. 13).

Del avance histórico de la humanidad se sabe que la sociedad en los últimos siglos ha estado dominada por el modo de producción capitalista donde la mercancía se constituye como la forma elemental de riqueza (Marx, 2007, p. 55) y que desde principios del siglo XX ha entrado en lo que Lenin (1973, p. 193) ha definido como su fase superior y ultima, la etapa del imperialismo, caracterizada por el nacimiento del capital financiero, el dominio de los monopolios sobre la libre competencia, la exportación de capitales en vez de la exportación de mercancías y el reparto del mundo por parte de las naciones poderosas en búsqueda de nuevos mercados, materia prima y mano de obra barata.

Esa partición del planeta fue guiada por un interés principalmente económico, donde “espoleada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus productos la burguesía recorre el mundo entero” (Engels y Marx, 2007 a, p. 11) dando nacimiento a lo que se conoce como la globalización, que “comenzó a finales del siglo XV con la ascensión del capitalismo y su expansión hacia ultramar. La conquista y explotación de Asía, África y América Latina” (Petras, 199, p. 10) y que muchos autores tratan de maquillar dándole una preeminencia cultural o social, característica que no se niega pero que sin embargo no se considera como la principal.

Muestra de la primacía en la globalización del carácter económico es que la división del trabajo, aspecto esencial del capitalismo desde su nacimiento, ha sido arreglada para que unos países se constituyan en explotadores y otros en explotados recreando a escala internacional la división social del trabajo típica de toda sociedad capitalista y que en el caso concreto de Latino América, como plantea Galeano (2004 b)

La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. Nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina fue precoz: se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones. Éste ya no es el reino de las maravillas donde la realidad derrotaba a la fábula (…) Pero la región sigue trabajando de sirvienta. Continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas. (p. 15)

Para consolidar ese papel de América Latina en la división internacional del trabajo y garantizar condiciones favorables a la continuación del capitalismo, o su nacimiento en sociedades donde aun predominaban otras formaciones económicas, las potencias imperialistas han utilizado diferentes estrategias. En palabras de Alayón (S.F.) “el capitalismo requiere de procedimientos y mecanismos que modifiquen y desarrollen las condiciones económicas, sociales y políticas de las sociedades precapitalistas y no capitalistas, de tal forma que las condiciones para el despliegue de la racionalidad capitalista se reproduzcan en forma constante” (p. 11)

Para el despliegue de dicha racionalidad la educación de los países que han sido colonias económicas o satélites de las grandes metrópolis capitalistas (ubicadas en Europa o Norte América) ha funcionado como el mecanismo por medio del cual se reproduce un lenguaje falsificador de la realidad y negador de la verdadera identidad de los pueblos para favorecer a las élites dominantes, éste es el motivo por el cual Prieto Figueroa (2006) asegura que

La educación en América Latina ha vivido de prestado. De las naciones colonizadoras tomó los principios y las formas del quehacer pedagógico. Ello ha hecho decir que somos prolongación de Europa, con lo que se niega nuestra autenticidad y lo que el mestizaje de pueblos y de culturas aportó al desenvolvimiento de la cultura de Occidente. (p. 4)

La educación preponderante en el continente no ha sido de visión crítica sino repetidora de los valores, códigos, costumbres y relaciones sociales favorables al capital internacional. Se puede afirmar que en gran medida, la educación actual es narrativa y discursiva, que hace referencia a la realidad como algo estático y dividido donde se diserta sobre cosas completamente ajenas a la experiencia existencial de los educandos (Freire, 2009 b, p. 71).

De ésta forma la historia que se ha enseñado ha sido de corte reduccionista, cayendo en determinismos históricos, marcada por la reproducción acrítica de visiones distorsionadas del pasado latinoamericano y los procesos aquí vividos. Los programas escolares, los textos, los manuales, los docentes y estudiantes reproducen “esa imagen que presenta a la historia como algo aburrido y memorístico, que sólo se ocupa de cosas viejas y de rancios pasados ya muertos y lejanos” (Aguirre, 2008, p. 15), repiten incesantemente de forma consciente o inconsciente las mentiras impuestas por un discurso encubridor de la verdadera historia

Como ya se ha demostrado, por sus características, el darwinismo social forma parte de este conjunto de teorías que distorsionan la realidad. Bajo su óptica la incorporación de América Latina a la historia mundial no jugó ningún papel en la acumulación originaria de capital, la historia que se cuenta comienza desde la llegada de los europeos, desconociendo y estudiando superficialmente el pasado indígena, las civilizaciones originarias son presentadas como tribus salvajes sin ningún grado de conocimiento o valores culturales y los pueblos que habitan actualmente este continente son vistos como seres atrasados que deben doblegarse a la lógica del mercado mundial ocupando siempre las posiciones más bajas de la escala social y otorgando los puestos de poder a los seres “biológicamente superiores” favoreciendo los procesos de exclusión social.

Por ésta razón la existencia del darwinismo social como visión reproductora en los programas de historia atenta contra toda intencionalidad de desarrollar una educación liberadora que este guiada por una pedagogía crítica y una visión crítica de la historia. Crea oposición a los proyectos de transformación social basados en la construcción de una nueva sociedad que rompa con el sistema capitalista y las relaciones sociales que trae consigo.

La visión crítica de la historia que se propone debe asumir que “para comprender la historia como proceso es necesario, ante todo, determinar la esencia del desarrollo histórico, sus leyes, la relación entre los distintos aspectos y elementos de la vida social, la dialéctica de lo general, lo particular y lo individual” (Konstantinov, Kedrov y Kon, 1973, p. 53).

Final del extracto de 141 páginas

Detalles

Título
La Influencia del Darwinismo Social en los Programas de Historia en la Educación Media del Subsistema de Educación Básico Venezolano
Subtítulo
Análisis desde la perspectiva crítica
Calificación
18/20
Autor
Año
2011
Páginas
141
No. de catálogo
V273914
ISBN (Ebook)
9783656669296
ISBN (Libro)
9783656669302
Tamaño de fichero
939 KB
Idioma
Español
Palabras clave
Ciencias Sociales, Educación, Pedagogía, Ciencia política, Sociología, Antropología, América Latina, Venezuela, Historia Universal, Historia
Citar trabajo
Jhonatan Taguaruco (Autor), 2011, La Influencia del Darwinismo Social en los Programas de Historia en la Educación Media del Subsistema de Educación Básico Venezolano, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/273914

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