La pérdida del dialecto aragonés. La extinción de las lenguas


Trabajo Escrito, 2009

19 Páginas

Anónimo


Extracto


ÍNDICE

0. Introducción

1. Estado de la cuestión
1.1. La extinción de las lenguas: aproximación histórica
1.2. Planificación y política linguüísticas: Lengua nacional/estándar/mayoritaria y lenguas de minorías

2. Las causas de la pérdida del dialecto aragonés
2.1. La Reconquista como inicio del retroceso del dialecto aragonés
2.2. Los siglos XVIII - XX – período significante en el retroceso del aragonés
2.2.1. El siglo XVIII: El castellano se convierte en lengua nacional de España
2.2.2. El siglo XIX: la industrialización, castellanización del sistema educativo, tendecias migratorias.
2.2.3. El siglo XX: La planificación linguìstica franquista, crecimiento económico, despoblación de áreas de habla aragonesa

3. Estado actual: consecuencias del pasado y nueva planificación lingüística
3.1. La patuesización.
3.2. Desnormalización.
3.3. Carencia de la tradicion literaria
3.4. La relación aragonés-castellano: diglosia consolidada.
3.5. Conciencia lingüística del hablante
3.6. El aragonés en marco de la nueva planificación lingüística en España.

Conclusiones

Bibliografía

0. Introducción

Desde los años 70, el problema de las lenguas moribundas o amenazadas se pone cada vez más en el centro de las ciencias y la política lingüísticas. A este respecto, la UNESCO ha elaborado un ATLAS de las lenguas del mundo en peligro de desaparición, en el que entre las apr. 800 lenguas moribundas está incluido el dialecto aragonés.

Tal como lo muestran varias investigaciones en este ámbito, la mayoría de las lenguas moribundas son diferentes dialectos, lenguas aisladas y minoritarias que no pueden resistir a las diferentes presiones que les ejercen otras lenguas más poderosas o procesos actuales de la progresiva globalización, mediatización y internacionalización.

Para presentar dicha problemática, nos concentramos aquí en el caso del aragonés, que ofrece en la situación de la Península Ibérica un buen ejemplo de cómo una lengua dialectal subordinada a otra lengua más poderosa como la castellana, impuesta por procesos históricos y políticos, es afectada por dichos procesos en el sentido de su progresiva desaparición. Es en este marco histórico que se sitúa nuestro trabajo, cuyo objetivo es abordar desde el ámbito de la sociolingüística, una arista de esta problemática: la de las causas que llevaron al aragonés al estado de una lengua moribunda.

Iniciaremos este trabajo con dos capítulos en los que pasamos una revisión del estado de la investigación relevante para nuestro tema. Después de exponer en primer capìtulo una aproximación histórica al respecto, aclararemos en el segundo tales términos como lengua nacional/estándar/oficial, lenguas minoritarias, planificación linguística, etc. Hechas estas necesarias precisiones teóricas, continuaremos con la investigación de las causas concretas, tanto políticas como socioeconómicas que motivaron y motivan la pérdida y el retroceso del aragonés desde el siglo XV hasta la actualidad.

Los resultados de la investigación resumiremos en el último apartado de conclusiones.

1. Estado de la cuestión

1.1. La extinción de las lenguas: aproximación histórica

La muerte de las lenguas no es un fenómeno nuevo. Podemos referirlo como una forma de cambio lingüístico acondicionada por influencias mayormente externas. La extinción de una lengua, por triste que sea este hecho, pone aun más de relieve el carácter dinamico, interaccionista o interrelacionista de la lengua. Veamos algunas definiciones de la lengua. Según G.de Humbold, por ejemplo, la lengua es actividad y no producto. Alter (1999), Nerlich (1990), Desmet (1996)[1] definen la lengua como comportamiento. Según Meillet y Bréal, “una lengua no existe fuera de los hablantes que la utilizan.”[2]

De las afirmaciones citadas se puede deducir que una lengua está estrechamente ligada a los permanentes cambios que experimentan sus usuarios (sociales, económicos, culturales, etc.), por eso se considera la lengua como un hecho social, que evoluciona en función de factores humanos, sociales e histórico-geográficos. Observando las redes que relacionan la lengua con sus hablantes y su entorno, nos permitimos decir que la desaparición de una lengua deriva siempre de causas no lingüísticas. A este respecto, compartimos la opinión de Jacques Maurais que considera la extinción o el restroceso de las lenguas como un fenómeno social que refleja la posición del poder y lo compara con el de la desaparición o extinción de plantas o animales apoyándose en parte en las ideas planteadas a finales del siglo XIX respecto a la relación entre lingüística histórica y teoría de evolución.[3]

Pero no sólo los científicos contemporáneos se dedicaban a este tema, ya los estudiosos antiguos pudieron registrar las consecuencias que sufrían las lenguas de diferentes culturas a causa de guerras de conquista u otras luchas de poder. Aurelius Augustinus da algunas notas al respecto en su obra maestra “De civitate Dei” (el 19 libro) que perfectamente se podrían aplicarse en los tiempos más recientes:

“Die Bemühungen des herrschenden Staates gehen dahin, den bezwungenen Völkern nichts nur sein Joch, sondern auch, um des Friedens innerhalb der Gemeinschaft willen, seine Sprache aufzuerlegen.[4]

Para desarrollar este aspecto, mencionaremos algunos hechos a lo largo de la historía. Las conquistas romanas, por ejemplo, condujeron a que las lenguas etrusca y ibérica fueran paulatinamente reemplazados por el latín. El gótico decayó, por un lado, debido a la derrota militar que sufrieron los godos a manos de los francos, a la conversión masiva al catolicismo romano de habla latina y el aislamiento geográfico. En España, aunque los Visogodos gozaban allí de cierto prestigio social, la lengua no pudo sobrevivir a la larga en un entorno culturalmente ajeno y en el sentido lingüístico numerosamente, preponderante.

Los antecedentes inmediatos de la situación lingüística actual en Europa y particularmente en España se remontan al siglo XVII, una época en la que tras el fin de la guerra de los 30 años se acaba con el antiguo orden feudal a favor del capitalismo y se da paso a la formación de los Estados Naciones. Nutrido de las ideas renacentistas y más tarde del espíritu revolucionario francés, el desarrollo del Estado Nación iba acompañado de la creación de una Nación, una comunidad humana de identidad común e identificada por características culturales comunes. Durante este proceso, la lengua y la religión actuarán como factores unificadores, esto es, se convertirán en la base en la formación del Estado. En cada Estado europeo, consiguió imponerse un determinado dialecto a través de la normalización o codificación y, en mayor o menor medida, ser adoptado como lengua estándar y oficial, mientras que los demás dialectos eran relegados a la condición de residuos locales y populares. Los ciudadanos de un Estado Nacion debían ser monolingües. Los conocimientos de otro/s idioma/s aparte de la propia lengua nacional debería ser prioridad de las clases predominantes. Aparte de su papel unificador y de símbolo de la identidad cultural, la lengua actuará además como herramienta del control social.

La ideología propugnadora del monolingüísmo que implicaba la instauración de lenguas nacionales y la relegación de restantes idiomas locales, se consolidará cada vez más en la época del colonialismo europeo en la cual los países colonizadores procuraron expander sus lenguas nacionales en sus respectivas colonias. La lengua nacional se pone al servicio del control y mantenimiento del poder sobre los pueblos conquistados. Basta recordar la castellanización de los pueblos indígenas en América Latina o de la divulgación del alemán en la colonia alemana de Togo (África). Más daño sufrieron las comunidades lungüísticas en Australia. A causa de la política de monopolio del monolingüísmo que propugnaba el Reino Unido, se conservaron de los 250 idiomas originalmente originales en el continente solamente 20.

Para terminar este capítulo cabe destacar que a través de la invasiva política lingüística de los estados colonizadores (también denominada como glotofagia o lingüicidio), las lenguas nacionales europeas no sólo se divulgaron por el mundo, sino ganaron enorme del prestigio en sus propios países: el francés - en Francia, el portugués - en Portugal, el castellano - en España, etc.

1.2. Planificación y política linguüísticas: Lengua nacional/estándar/mayoritaria y lenguas de minorías

El fenómeno de glotofagia nacido en el período colonial perdurará, de hecho, mucho tiempo y ni siquiera desaparecio con el proceso de descolonización. Tanto políticos como lingüistas han estado largo tiempo al servicio del colonialismo. La ideología del monoligüismo colonial irá cayendo en descrédito a partir de los años 60, cuando los pueblos afectados en diferentes partes del mundo empezaron a poner en cuestión dicha idea y crearon movimientos anticolonialistas. La resistencia de los pueblos colonizados y los crecientes conflictos lingüísticos en todas partes del mundo les dieron a los políticos, líderes y intelectuales de la época un impulso para replantear la ideología del monolingüísmo porque reconocieron en ello obstáculos para la implantación del modo capitalista de producción en los países de la perifería y su integración en el mercado mundial. Dentro de este contexto, a principios de la década de los años sesenta, se crearon en los Estados Unidos la sociolingüística y más tarde, en la misma década, como disciplina procedente de la primera, la planificación lingüística (language planning).[5] En términos generales, la planificación lingüística implica toda acción externa a la/s lengua/s misma/s que pretende influir sobre su forma y sobre su uso en la sociedad. Es interdisciplinaria ya que de la misma manera se recurre a los conocimientos de lingüística, sociología y sociolingüística. Según Heinz Kloss, hay dos tipos diferentes de planificación: la planificación del corpus y la planificación del estatus[6]. La primera, también llamada estandarización, trabaja con propuestas en la gramática, la ortografía o el vocabulario de una lengua. La segunda determina la posición social que una lengua ocupa respecto de otras o con relación a los criterios políticos, sociales o ideológicos de los gobiernos.

Desde que existan esas disciplinas, el tema de las lenguas en contacto ocupa posición central en las respectivas investigaciones. Sin embargo, los problemas relacionados con la coexistencia de las lenguas “grandes” (nacionales, de mayorías) con las lenguas de minorías (regionales o históricas) quedaron mucho tiempo sin una debida atención. A partir de los años 80, en marco de cada vez más unida Europa, se desarrolla la planificación lingüística dirigida hacia la legitimidad y el manteminiento de las lenguas regionales históricas como una de los principios para el mantenimiento de la diversidad cultural europea.

Merece la pena que nos detengamos en estos dos aspectos, lenguas de minorías y lenguas de mayorías, puesto que constituyen el marco teórico más aplicable en el presente estudio.

Se divide a las lenguas europeas en lenguas de las mayorías y de la minorías, según el criterio de la lengua nacional. Si una lengua en un país determinado es la lengua de la nación respectiva, se trata de una lengua de mayorías. En el caso contrario (cuando ésta no se ha establecido de ninguna manera como la lengua de la nación), se trata de una lengua de minorías.[7] La lengua nacional lleva el estatus de lengua estándar. De hecho, las dos nociones expresan lo mismo. M. Alvar expone las siguientes características de la lengua estándar/nacional: a) imposición sobre otras variedades; b) principios de prestigio motivados por adopción estatal, validez colectiva y número de usuarios; c) homogeneidad y nivelación del sistema; d) creación de una literatura, y e) diferenciación necesaria para el posible establecimiento de un sistema de comparaciones en el mismo nivel. Las funciones de una lengua estándar son las de marco de referencia, prestigio, participación y unificación/separación (que une a los hablantes de diferentes geolectos de una misma lengua y los opone a los de otras lenguas).

En rasgos generales, la lengua de minorías es todo lo contrario de lo que es la lengua nación/estandar/estatal. Sin embargo, no existe una denominación universal, dado que la situación lingüística de las comunidades lingüísticas minoritarias es siempre particular en el sentido ecolingüístico[8] y histórico-cultural. Más apropiada nos parece la denominacion que proponemos a continuación:

“... Für die Klassifizierung einer Sprache als Minderheitssprache müssen zwar sowohl empirische Werte, wie die Zahl der Sprecher, als auch die Machtverhältnisse zwischen verschiedenen Sprechergruppen in einer gegebenen Situatión herangezogen werden, doch greifen diese in unterschiedlichen Kontexten unterschiedlich gut, sind also nicht universell gültig. Von übergeordneter Wichtigkeit scheint der subjektive Faktor, das Gefühl, einer sprachlichen Minderheit anzugehören, zu sein. Ganz knapp definiert handelt es sich bei Minderheitensprachen also um Sprachen “nicht-dominant (nummerisch oder in machtpolitischer Hinsicht)” sind”.[9]

Concluyendo este capítulo, quisieramos destacar que justamente las lenguas de minorías (y los dialectos están incluidos en esta categoría) son las que corren hoy día el mayor peligro de desaparición. Veamos ahora en el caso del aragonés cuáles son los factores al respecto.

[...]


[1] Kibbee, Douglas A.: Languages policy an d linguistic theory. In: Languages in a Globalising World, ed. por Jacques Maurais, Cambridge University, 2003, p.51

[2] Gimenez, p.65

[3] Maurais, Jaques: Towards a new linguistic order. In: Languages in a Globalising World, Cambridge University press, 2003

[4] p.Arens, Hans: Sprachwissenschaft, Verlag Karl Alber Freiburg, München, p.56

[5] El papel esencial en el desarrollo de la planificación lingüística como disciplina científica desempeñaba el llamado así Center of Applied Linguistics in Arlington (EE.UU). Más sobre surgimiento de la planificación lingüística ver C.A. Ferguson “The language Dactor in National Development”, Antropological Inlguistics 4 (1962),1, p.23-27

[6] Kloss, Heinz: “Der multinationale Staat”. In: Veiter, Theodor (ed.), System einer internationalen Volksgruppenrechts. II. Teil, Braumüller, Wien, 1972

[7] ver Schjerve, Rosita Rindler: Europäische Sprachpolitik und Minderheiten. In: Krumm, Hans-Jürgen (ed.): Sprachenvielfalt, Studienverlag, Innsbruck, 2003, p. 52

[8] El término “ecológico” viene de la teoría de la ecología lingüística (estudois de interacción entre una lengua y su entorno) desarrollada por Haugen.

[9] Witt, Jörg: Wohin steuern die Sprachen Europas? Probleme der Eu-Sprachenpolitik, Stauffenburg Verlag, Tübingen, 2005, p.35

Final del extracto de 19 páginas

Detalles

Título
La pérdida del dialecto aragonés. La extinción de las lenguas
Año
2009
Páginas
19
No. de catálogo
V136026
ISBN (Ebook)
9783668793873
ISBN (Libro)
9783668793880
Idioma
Español
Citar trabajo
Anónimo, 2009, La pérdida del dialecto aragonés. La extinción de las lenguas, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/136026

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